sábado, 24 de septiembre de 2011

Preséncia

A veces guardamos el dolor en una caja dentro de nosotros
Pero por mucho que adornemos esa caja,
seguirá conteniendo aquello a lo que más tememos
A veces nos damos en lujo de abrirla,
Y lo único que puedes hacer es sentarte en el suelo,
abrazarte a ti mismo y llorar
Hay momentos que te sacan tu mejor sonrisa,
una lluvia de confeti, por ejemplo,
Sin saber porque, sonríes,
Pero hay otros momentos, puede ser cualquiera,
Que te sacan tu más doloroso llanto.
Hay momentos que pensar en ti es tan bonito como cualquier momento pasado junto a ti,
En cambio hay otros que me hacen añorarte tanto, que duele.
Pero tu siempre, en un momento de lluvia, en un olor de una rosa, en la visión de un traje, estás ahí, conmigo.
Te tengo tan presente, que si no fuera por el enorme agujero en el pecho,
Pensaría que sigues en este mundo,
A veces me despierto por la noche pensando que todo ha sido una pesadilla, pero la pesadilla está fuera del sueño.
Mis lagrimas saben a ti, mi respiración huele a tí, dejaste una marca, una huella, en mi, tan grande, que cuesta de creer, tu éras, y siempre serás un heroe para mi, no por un gran logro, sinó por el simple hecho de ser tu, por enseñarme a ver la vida de otra manera, por demostrarme que con una sonrisa, todo se ve diferente, como a través de unas gafas, y que solo el hecho de cambiar el final de una canción, la hace tuya.
También me enseñaste que haciendo reír a los demás y disfrutando de lo que tienes, se es infinitamente más feliz. Me gustaría compartir tu compañía de nuevo.
Sentir tu presencia en carne y hueso, oir tus gritos repentinos, que arrancaban una carcajada a cualquiera que estuviera cerca. Me gustaría sentir de nuevo esa sensación indescriptible que me hacía sentir el brillo de tus ojos al mirarme.

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